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¿El detective es un espía?

8/06/2023

El detective es un espía

Alguna vez habrá oído hablar de detectives y espías. O, a lo mejor, ha tenido la ocasión de leer algo sobre ellos. Pero ¿ha llegado a preguntarse si el detective es un espía? La pregunta, desde luego, es pertinente y la respuesta, si pretende ser lo más completa y rigurosa posible, un tanto compleja.

Encontrará por internet contenido de todo tipo y contradictorio al respecto. Por una parte, noticias que equiparan a espías con detectives privados. Por otra, artículos de blogs donde se sostiene que el detective no es un espía. Las noticias suelen encontrarse en la prensa y son redactados por periodistas. En cambio, los artículos de blogs, en la mayoría de los casos, suelen ser escritos por diferentes agencias de detectives.

En este artículo le aportaremos la información y los argumentos necesarios para comprender esta situación y responder adecuadamente a la pregunta formulada al principio.

¿Qué es espiar? ¿Qué es un espía?

En primer lugar, debemos preguntarnos qué es lo que significa espiar. Según la Real Academia Española (RAE), espiar es o ‘acechar, observar disimuladamente a alguien o algo’ o ‘intentar conseguir informaciones secretas sobre un país o una empresa’. Asimismo, espía es o ‘[la] persona que con disimulo y secreto observa o escucha lo que pasa, para comunicarlo a quien tiene interés en saberlo’ o ‘[la] persona al servicio de un Estado para averiguar informaciones secretas, generalmente de carácter militar’.

Observamos que tanto en el verbo (espiar) como en el nombre (espía) la primera acepción no hace alusión a nada que pueda ser considerado ilegal o vulnerador de algún derecho. El espía, que es quien lleva a cabo la acción de espiar, se ocupa simplemente de observar y escuchar en secreto y con disimulo a alguien o algo, para comunicar lo constatado a quien tenga interés en conocer dicha información. La definición no especifica si dicho interés es legítimo o no, ni si lo observado es de carácter público o, más bien, privado o secreto. Por ello, según la primera acepción, espiar es una acción cuya moralidad y legalidad dependerá de las circunstancias particulares de cada caso.

Sin embargo, la segunda acepción del vocablo en cuestión alude a un intento de conseguir informaciones secretas de empresas y países. En este caso, espiar se trataría de una acción de tentativa, con independencia de la consecución de los objetivos, que, además, vulneraría el derecho al secreto de la empresa o país espiados. Es decir, la segunda acepción lleva implícita la ilegalidad del acto de espionaje.

Una pequeña puntualización

Es importante tener en cuenta estas definiciones para comprender adecuadamente las conclusiones de este artículo, las cuales expondremos después. De todas formas, antes de ello, no está de más matizar que los vocablos espiar y espía tienen sus propias particularidades en diferentes idiomas. Si consultamos el Diccionario de la Academia Francesa o el Larousse, podremos comprobarlo. Lo mismo si echamos un ojo al Cambridge Dictionary. Con todo, dado que nos referimos a espías y detectives privados españoles, nos limitaremos al criterio de la RAE.

¿Qué sabemos del detective privado español?

Para ofrecer conclusiones fundadas debemos partir del hecho de que la profesión del detective privado en España está regulada en la Ley 5/2014, de 4 de abril, de Seguridad Privada y el Real Decreto 2364/1994, de 9 de diciembre, por el que se aprueba el Reglamento de Seguridad Privada. Igualmente, los detectives privados, como ciudadanos españoles, están sujetos a los límites establecidos por el marco jurisdiccional español, en toda su amplitud. Así pues, el detective, como cualquier otro ciudadano nacional, puede ser condenado por el art. 197.1 del Código Penal en caso de cumplir con las características del tipo penológico. Recordemos lo que dice dicho artículo:

El que, para descubrir los secretos o vulnerar la intimidad de otro, sin su consentimiento, se apodere de sus papeles, cartas, mensajes de correo electrónico o cualesquiera otros documentos o efectos personales, intercepte sus telecomunicaciones o utilice artificios técnicos de escucha, transmisión, grabación o reproducción del sonido o de la imagen, o de cualquier otra señal de comunicación, será castigado con las penas de prisión de uno a cuatro años y multa de doce a veinticuatro meses.

Entonces, ¿el detective es un espía?

Si nos preguntamos si el detective privado es un espía, entendiendo por espía lo referido en la segunda acepción de la RAE, la respuesta es clara y contundente: no. El agente espía es una cosa y el detective privado otra muy diferente. Aquél opera más allá de lo permitido por la ley y éste, en cambio, trabaja dentro de los límites legales. En caso de que un detective privado en concreto actuara como un espía, su conducta sería penalmente sancionable, y no por ejercer de detective, sino de espía.

Ahora bien, si nos preguntamos si el detective privado es un espía, tomando por espía lo recogido en la primera acepción de la RAE, la respuesta no es tan sencilla. Debemos tener en cuenta que la labor del detective privado no se limita a trabajos de seguimiento y observación. Esas tareas de vigilancia forman parte de una investigación que suele estar compuesta también por otra serie de tareas. Es más, en determinadas investigaciones ni siquiera es necesario acechar ni observar (ni con disimulo ni sin disimulo). Asimismo, algunos detectives que trabajen en equipo junto con otros detectives pueden perfectamente dedicarse a tareas que no sean de observación ni de acechamiento, y no por ello dejan de ser detectives privados.

En consecuencia, teniendo en cuenta lo recién explicado y ajustándonos a la primera acepción de la RAE, cuando un detective, además de otras tareas de investigación, acecha u observa disimuladamente a alguien o algo para comunicárselo a alguien que tenga interés en saberlo, estaría espiando. Empero, dicha acción de espiar sería completamente legal, fundamentalmente porque, conforme a la Ley de Seguridad Privada previamente referida, el encargo de la investigación debe siempre estar basado en un interés legítimo. Igualmente, tal como hemos señalado anteriormente, el detective no puede transgredir el marco jurídico español.

El detective privado investiga

Debido a la complejidad del asunto y a la confusión que genera el término espiar, y, sobre todo, a la connotación negativa que pueda ir ligada a él, desde el sector de los detectives privados se aboga por no utilizarlo en referencia a su trabajo. En su lugar, se habla de investigar.

Efectivamente, la realidad es, como se ha destacado precedentemente, que la labor del detective es mucho más que acechar y observar a alguien o algo. Su ámbito, según la Ley de Seguridad Privada, es el de la investigación privada. De ahí que al detective podamos denominarlo investigador privado. De hecho, sería incluso más preciso llamarlo así pues éste no solamente detecta algo sino que pone en marcha todo un trabajo de investigación.

Como conclusión, querido lector, quédese con esta idea: el detective privado investiga.

Eñaut Uruburu Martínez

Détective privé et criminologue à Lyon

Filia Temporis est une agence de recherches privées et psychocriminologie installée à Lyon. Nous vous aidons à découvrir la vérité pour que vous puissiez prendre les meilleures décisions. Nous intervenons sur toute la France et partout dans le monde.

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